lunes, 11 de abril de 2011

¡Qué difícil!

Puede suceder que cuando nos enfrentamos por primera vez a una situación, (llámese reto, problema, partitura...) nueva nuestra primera reacción sea "Ésto es muy difícil, no voy a conseguir superarlo". Es algo natural, porque nuestra mente se proteje contra lo desconocido rechazándolo, pero no por ello es una actitud positiva ya que estamos generando miedo y aversión hacia algo sin tener una referencia de su verdadera dificultad.
Veo muy a menudo esta reacción en mis alumnos cuando se les presenta un nuevo material: sobretodo los más pequeños (de 5 a 8 años) niegan inconscientemente y de plano lo desconocido. En la mayoria de ocasiones después de una breve y tranquilizadora explicación de los nuevos contenidos sucede que ¡Sorpresa! lo tocan sin mayor dificultad. Mi intención para con ellos es intentar que desde el primer contacto afronten las nuevas situaciones como retos más que como problemas.
No nos engañemos, los adultos tendemos a reaccionar de la misma manera con la diferencia de no tener quien nos desvele los misterios de aquello a lo que nos estamos enfrentando. ¿Cómo tranquilizarnos a nosotros mismos en esta situación? Aqui van un par de puntos que nos pueden ayudar:

- Analizar la situación global de una manera positiva, teniendo en cuenta que no hay ningún problema sin solución y priorizando el deseo de superarlo mas que cualquier temor que pudiera surgir.

- Localizar los puntos que a priori pueden resultar más conflictivos y analizarlos detalladamente. A continuación visualizarse "a posteriori", es decir, vernos a nosotros mismos una vez hemos superado el problema disfrutando del resultado gracias a los recursos que hemos utilizado para ello.

Sobretodo en el campo musical siempre es necesario un trabajo de "picar piedra" para conseguir superar situaciones técnicas complejas, pero enfrentarse a ellas con una actitud positiva facilita el proceso. Si además tenemos en cuenta las premisas anteriores, el resultado está garantizado.