jueves, 11 de noviembre de 2010

El por qué de este blog

Hace algún tiempo que en mis sesiones de estudio, cuando tengo que enfrentarme a un problema concreto, en muchas ocasiones encuentro una solución fuera del ámbito estrictamente musical o de la técnica propiamente tubística.
Por otro lado me ocurre con frecuencia lo contrario: que una situación cotidiana encuentra solución - o simplemente paralelismos - con otra propia del "mundo musical", si es que tal existe.

Reflexionando en todo ello llego a la conclusión de que en el fondo tocar un instrumento, o interpretar -en el sentido más amplio de la palabra- música no es muy distinto de cualquier otra actividad diaria, y que todas ellas nos influyen e interactúan más allá de su función principal. Es lo que ocurre con el fenómeno físico de los vasos comunicantes, y de ahí el nombre de este blog.

Algún bienintencionado puede sugerirme que no pierda el tiempo en tonterias y lo dedique a hacer notas largas, que es lo que hay que hacer para tocar bien un instrumento, sobretodo de viento.
Discrepo: para bien o para mal tengo la mala, fea y socialmente reprobable costumbre de preguntarme "¿Por qué?" de todo cuanto veo, oigo, digo, huelo, saboreo, toco o hago. Ergo si no sé por qué o para qué tengo que hacer notas largas mucho menos sabré cómo hacerlas para conseguir eso.
Además de malas costumbres también tengo vicios: gusto de buscar una segunda - o hasta tercera - interpretación a las cosas, ir más allá de lo evidente (¿Pajas mentales? ¡Sin duda!) porque considero que todo encierra una lección si somos capaces de saberla ver.

Puede también que se me tilde de arrogante, pretencioso u otra de las lindezas que a menudo se oyen entre músicos refiriéndose a algún colega.
El propósito de este blog no es en absoluto dar lecciones a nadie ni sentar cátedra, más bien al contrario mi aspiración no es otra que no dejar nunca de aprender -de todo y de todos-.
Las reflexiones que plasme aquí me las haría igualmente y el hecho de escribirlas me da la oportunidad de profundizar en ellas y desarrollarlas, cosa que si sólo las pensara no podría hacer.
Además, teniendo en cuenta que "lo que haces te hace" he pensado que al compartirlas tal vez puedan ayudar a alguien a hacer las suyas propias, o al menos disfrutar de este juego de especulación.

¡¡¡Espero que os guste!!!

1 comentario:

  1. Ya se sabe: escribir un árbol, tener un hijo, plantar un blog... No te prives y ¡arriba la Esteban!

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